domingo, 30 de julio de 2017

Día 8


Se suponía que debía llevarle el almuerzo a mi mami pero, con el mega palo de agua que cayó en este colador, fue imposible. Lo triste es que no comió en la calle, porque no se puede, sino que se compró un dulcito para aguantar hasta la casa. Comencé a arreglar bolsas de lo que regalaré, mis sobrinos tendrán varias cosas, pero me gustaría donar ropa a alguna fundación o foro penal.

Comencé otro regalo de Sofi, pero no tengo cierres para completarlo, tendré que buscar alguna mercería mañana. Espero poder llevar a mi mami a quiropedia, ya no aguanta los pies. Por suerte ya hay punto así que no tengo que correr a buscar efectivo. Mi hermana me pegó su antojo de empanadas, revisaré finanzas a ver si aunque sea podemos comernos una. Nada más denigrante que tener que ver tu cuenta a ver si puedes desayunar en la calle.

Hice las mejores lentejas de mi vida, por fin le estoy agarrando el truco a cocinar granos. Le sigo teniendo repele a las caraotas, porque siento que la olla de presión me explotará tal como en 1000 maneras de morir. Mi mamá me dice que me reta a cocinar unas, pero que ella manejará la olla, por si acaso.

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