viernes, 8 de septiembre de 2017

Día 50


Llevo toda la tarde (porque me paré a deshora, ya que el dolor y la sangre me impedían dormir) bailando mentalmente. Hoy es el día cincuenta, significa que ya falta menitos para volver a verte. Si, aún faltan ciento veinte días, pero seamos honestos... hoy es más fácil sacar la cuenta de cuanto falta juju.

Entre el dolor y tus mensajes llega la noche, y me pongo en plan consejera con mi mejor amiga. El instinto materno que me sale con ella, me dice que necesita un story time de lecciones de vida y consejos, aparte de la afirmación de que estoy aquí, así sea para recibirla con mi cara de "te lo dije, pero tu seguiste de gafa" después de que haga otra tontería. Porque total, yo bastantes hice, hago y me faltan por hacer. Quedamos en hacer una de nuestras pijamadas filosóficas, y esto es algo que extrañaré burda, y que me arruga el corazón pensar en cuando volveré a poder hacerlo.

Día 49


Increíblemente llevo todo un día haciendo una agenda. Así que más le vale a mi perezoso trasero escribir cada página así sea para decir que me saqué un moco. Llevo casi una semana sin actualizar el escrito, así que sigo dejándolo para otro día porque el dolor de vientre me ataca y me vuelvo un mounstruo que gruñe, patalea y cuenta los segundos para que la pastilla haga efecto.

Mi mamá llega antojada de dulce y café, así que tengo que calarme mi dolor y mi sangre, y caminar para brindarle su antojo. Siento más castigo el dolor de vientre que el precio de la cafetería, es como si la naturaleza me golpeara brutalmente por no querer tener hijos. Porque sí, soy al parecer la única mujer a la que no le molesta su regla, sangrar no es lo peor. Son los dolores y los pegostes. Auxilio.

Día 48


¿Que roba más que un político? Las aduanas. Punto y final, no daré más declaraciones. Resulta que me estoy despertando cada mañana cuando mi mamá se va, intentando volver a acostumbrarme a madrugar. ¿Pero saben quién se volvió a dormir hasta casi mediodía? Yo. Ya que la nevera de broma tiene limones y una cebolla, me pongo a organizar mis útiles y crear mi agenda para olvidarme del hambre.

Mi mamá llega tarde y hambrienta, pero por más que le damos vueltas a la cocina, seguimos igual. A la final me obstino y con el dolor de mi alma, abro una harina de trigo para hacer pan. Me sentí culpable hasta que lo probé y vi que sigo cocinando delicioso y no he perdido mi toque con las masas. Así que f*** you régimen, mis habilidades culinarias siguen conmigo, mientras ustedes dependen de robar.

Día 47


Hoy me toca cuidar a mi sobrina de nuevo, así que a madrugar se ha dicho. Pero para nada, porque el metro se tarda mil horas y se queda pegado en cada estación. Como si ya no me pusiera suficientemente nerviosa recordar que no tiene mantenimiento apropiado y transporta millones de personas en condiciones precarias, y que cada sonidito que detecto me hace elevar una plegaria al cielo.

Cuando por fin llegamos, en la rayita de tiempo, logro convencer a mi mamá que se quede tambien, porque después de que esa institución le debe treinta años de su vida ella puede tomarse un día libre para estar con su nieta. Miranda es tan bella y fácil de cuidar, que a veces, por segundos, me vuelve a provocar tener hijos. Luego recuerdo que puedo llegar a mi casa a dormir por horas y días, y se me pasa. Mis hermanos me mentaran la madre cuando lean esto jajajajaja.

Día 46


Uno parpadea y ya es lunes. Y lunes con amenaza de aumento de sueldo, que rico. Me paso el día en casa de una amiga, como se acerca mi marea roja ando con cambios de humor super raros y paso como dos horas riéndome de una tontería que dijo, hasta el punto en que hasta ella, que suele ser la gafa, se me queda viendo con cara de "Ya basta pues, no fue tan chistoso".

Mi mami llega temprano hoy, y después de enseñarle más aspectos básicos de su laptop, me paso como media hora rogándole que me aconseje para armar mi horario. Para sorpresa (nótese el sarcasmo) me dará clase una compañera de universidad de ella. No sé si tomar eso como una buena o mala noticia, ya que capaz me joda por eso. Crucemos los dedos. 

Día 45


Mi día pasa recordando burda a mi hermana mientras me distraigo con un juego de piedritas que se supone era de ella, pero me quedé yo. Es como una especie de tarot, pero del presente. Tu mantienes una pregunta en tu mente,  vas buscando rayitas,  las rayitas te llevan a una carta y la carta te da como una sugerencia o claridad a esa pregunta.

En fin, para un domingo sin movimiento y donde recalenté la comida del día anterior, era la más divertido que encontré para hacer. Ya que los demás juegos de mesa son en pareja, y mi mamá no quiere jugar conmigo. Me recuerda tanto a cuando era niña, y ella llegaba cansada del trabajo así que terminaba igualita jugando sola. O leyendo algo, pero ya leí todos los libros que tengo, y mi cabeza me duele como para ir a la laptop, así que seguiré con mis rayitas.

Día 44


Resulta que escuchando música me quedé dormidisima a altas horas de la madrugada, por ende mi sábado comienza conmigo despertando al mediodía y de una cocinando. Lo bonito de los fines de semana es poder comer con mi mami y hablar mariqueras, lo chimbo es cuando come tres cucharas y ya esta full, porque me hace sentir que como para alimentar a un ejército imaginario en mi barriga.

Es como la quinta vez que busco el número de cuenta de mi universidad, ¿y cuánto apostamos a que termino perdiéndolo de nuevo, por esta manía mía de anotarlo chiquitico para que entre en el monedero? También tengo que buscar el sencillo para pagar eso, porque si llego con mi billete de mil, la cajera me escupirá un ojo. Tonta universidad que no sube el precio, porque prefiere quedarse en la miseria. 

Día 43


Primer dia de vagancia desde que llegué de Valencia. Como veo mis inscripciones cada vez más encima mío, me pongo a organizar mi perolero de clases. Lanzo todos los papeles que tengo que guardar para un lado, y los que tengo que preparar para el otro. Cada vez que abro un cuaderno o aparto una guia, me entra esta inseguridad combinada con arrechera de no saber mis notas, de tener esta ansiedad evaluativa.

Me queda un sólo semestre más aquí, y luego tendré que enfrentarme a toooodo un sistema educativo nuevo, y en un idioma que apenas voy conociendo. Ya no sé si me pone más nerviosa ver estadística o pensar en la universidad en Europa. La gente suele decir que irse del país es fácil, que entre más joven mejor, pero a mi me ha resultado uno de los capítulo más difíciles y emocionales de mi corta y chimba vida. Espero no repetir esa frase al cumplir cuarenta. 

Día 42


Entonces me toca madrugar para ayudar a una amiga a estudiar.  Auxilio. De tanto estar preguntando y volcando temas y removiendo hojas sobre tejidos, ya me confundo con los sistemas, y ya me volví un ocho con huesos, músculos y neuronas. Razones por la que no puedo ser enfermera ni estudiar nada relacionado con medicina: Me enredo fácil estudiando y mi memoria es peor que la de Doris.

Después de pasar la tarde hablando y riendo, la acompaño a clase y por cosas de la vida, me encuentro a mi padrino. Me vengo a mi casa hablando con él, cosa que es bastante relajante, porque siento que me apoya full y busca ayudarme. Termino mi día echada en mi cama, con la satisfacción de que mi amiga sacó veinte.

Día 41


¡Entonces hoy cumple mi tikitica preciosa su primer añito de vida! Entre tantas emociones y tanta molestia a diario, es bonito tener un motivo así gigante para alegrarse y sonreír. Aprovecho de demostrarme a mi misma que aún sé arreglarme en la vida y me visto elegante, hasta me pongo mi pegoste de maquillaje en la cara y me arreglo el pelo. Tuve la bella idea de ponerme tacones y bueno... debí recordar como son las calles de Caracas.

A veces siento que Miranda, o quizás los bebés en general, entienden y hacen más cosas de las que hacía yo a esa edad. Ella entiende absolutamente todo a su alrededor, hasta se emocionó con sus regalos. Yo a su edad botaba baba y me seguía asombrando de ver a mi mamá cada mañana, aunque estaba ahí cada día. Porque sí, al parecer mi inteligencia empezó cuando agarré un libro, antes no.


¿Saben que es jodido? Estar en un cumpleaños y ver que tu hermano, aun en su alegría, ve a su hija con dolor porque no sabe como podrá mantenerla a ella y el resto de la familia, debido al radicalismo de la gente. El venezolano, aun en plena crisis, no ha entendido absolutamente nada sobre como nuestra mentalidad es lo que nos va a sacar del hueco donde estamos; no es ningún partido, ni ningun dios, somos nosotros solitos, una vez que aprendamos de nuestras acciones. Si es que lo hacemos...

viernes, 1 de septiembre de 2017

Día 40


A pesar de que mi mamá me deja dormir hasta tarde, debo arreglarme ya que usaremos su hora de almuerzo para seguir buscando el regalo de cumpleaños de mi más pequeñita sobrinita. Resulta que buscar algo que sea talla 18 meses es más arrecho que conseguir dolares. Terminamos comprándole algo talla 2, pero intentando verle el lado positivo, así le durará más.

Me animé a probar una limonada con hierbabuena y terminó siendo tan impactante que hasta mi mamá me pedía el vaso cada tres segundos. Esta vez si fui precavida y me llevé un abrigo para no morir congelada las horas que tengo que esperar a que mi mamá salga. Esta oficina no sólo parece una nevera, ahora es el polo norte porque ni señal llega. Definitivamente evitaré la administración pública cuando trabaje.

Día 39


Gracias a Dios no tuve que madrugar para devolvernos, y mi cuñada fue tan bella que me hizo un desayuno andino, con pizca y todo, asi que para el momento del viaje estaba bastante feliz y relajada. Paso las dos horas hablando con mi hermano, e incluso practicando inglés, fue un buen viaje. A pesar de la enorme diferencia de años entre mi hermano mayor y yo, a veces somos capaces de hablar como si ambos estuvieramos en un punto medio.

Llego y después de limpiar, me niego rotundamente a moverme de mi cama, así que después de luchar para encender la televisión porque el control está más que defectuoso, me dedico a volver a ver mis maratones de csi y esperar tus mensajes. Tu horario no es una maravilla, pero todo sea por poder vivir juntos. 

Día 38


Hoy decidimos vivir el día paseando así que ni bien tomamos el desayuno nos largamos, nuestro primera opción de destino es bastante lejana, así que optamos por la segunda. Recorrimos el museo aeronáutico, y mi hermano nos descubrió su tiempo de paracaidista, por allá cuando era un carajito y entrenaba para ser parte de las fuerzas armadas.

Cuesta creer que antes el entrenamiento era duro, y poco importaban los miedos que pudieran tener los carajos, si ud quería defender a su país tenía que echarle bolas y no estar dudando ni retrocediendo, luego aprender a usar un arma y terminabas entrando a un submarino por dos o tres semanas, quizás más.  Y ahora... bueno, ahora vigilan las colas que hace ,a gente buena para poder comer. Me siento bastante segura, si señor.

Probamos un restaurante buenísimo y me dí cuenta que debo hacer más ejercicio, pues de broma logré sujetarme en el parquecito de cuerdas. Tampoco es que antes fuera una cadete o algo, pero si lograba aunque sea subirme al columpio. En fin, Sofi pasa la noche leyendo conmigo y diciéndome cuanto me extrañara, de tanto que me ruega volver se me olvida el estrés de cuidarlas y acepto. Así que seguramente volveré a atrasarme en esto por otro viaje.

Día 37


Entonces mi cuñada y yo decidimos que con todos los cuadros que hay en la casa, hariamos una pared con cuadros como siempre los vemos en Pinterest. Me llevó un buen rato de diseño, pero lo logré, así que mi hermano lleva un rato midiendo y poniendo clavos en la pared. Es bonito tener un esclavo, para variar. Parte de la familia de mi cuñis también está aquí, así que ha sido un buen rato de conversación.

Salimos a comer en familia, porque como cosa rara no hay suficiente en la nevera pa tanta gente, aparte los detalles o muestras de cariño de mi hermano son precisamente cosas asi: llegar con algo que hace falta o parir un poquito y brindar comida; así que todos aceptamos gustosamente. Aproveché de matar mi antojo de pizza, pero todo el mundo se llenó y terminé raspando todas las bandejas, porque como siempre soy una vaca feliz.

Llevo rato intentando dormir a las niñas, pero pareciera que ellas recargaron pilas y tienen cinco más de repuesto. Sofí lleva rato riéndose de las historias que le cuento de cuando era chiquita, al parecer no le convence parecerse tanto a su hermanita, sobre todo en lo tremenda jeje. Casi a medianoche por fin ambas se rinden al sueño y puedo terminar de escribir. Esperemos no vuelvan a despertarse a las 7, porque ésta que está aquí no lo hará.

Día 36


Mis días aquí se aproximan a su fin, pero ahora me toca el desafío de ayudar a pintar la sala, y vaya que es un espacio grande. De paso el olor de la pintura no es para nada agradable.  Por alguna fortuna del destino, apenas son las cinco y logramos terminar todo, ya que la pintura agarró rápido. Pero para la pared más larga nos pusimos floja y nada más retocamos el viejo color jajajajaja.

Dejamos todo patas arriba y hecho un desastre y salimos a comer. He de decir que nunca he sido muy fan de ir a las Hermandades Gallegas, pero como iba de invitada doble pues mucho no podía decir. La comida no fue lo mejor del mundo, pero el lugar es lindo, la piscina daba ganas de meterse aún a las 11 de la noche. Las niñas como ya conocen todo, querían recorrerlo de cabo a rabo y tenía que estar yo atrás de ellas. Para el final de la noche, mi jean termina hecho leña y yo agotada. Tengo un antojo enorme de pizza y nada me lo quita.

Día 35


¿Saben que pasa si llevan un color blanco a la playa? Si acaso se pondrá caliente al tacto y se llenará de arena, ¿cierto? Bueno, así tal cual es llevarme a mi a la playa. Si me llego a descuidar un pelo la cara, puedo ponerme roja, pero del resto nada. Estuvimos un buen rato y de broma me puse roja la nariz, parezco Rodolfo el reno con traje de baño. Mi cuñada decidió brindarme la mejor merengada que he probado en mi vida, y yo jurando que esas monstruosidades con waffles y helado encima sólo se veían por Instagram.

Me hizo una limpieza dental y una vez más estoy libre de caries jeje. Sofi al parecer es igual de miedosa que yo con el hecho de que le saquen los dientes de leche jeje, y eso que su mamá es odontóloga. Después de unas diligencias y un agradable rato en caso de sus abuelos, emprendimos vuelta a la ciudad. Mi hermano llega bien de noche, justo cuando se va el internet. Allá van mis actualizaciones puntuales. 

Día 34


Resulta que si logramos terminar todo el cuarto ayer, así que hoy solo tuve que limpiar el piso y pegar más diseños en el closet, quedó super lindo, de verdad me siento orgullosa de mi trabajo. Pero menos más fue sólo un cuarto porque mi cuota de limpieza y creatividad ha sido agotada por esta semana. Decidimos bajar al puerto para que mi cuñada pueda resolver unas cosas y de paso ver si logramos escaparnos a la playa.

El viaje es corto pero super agradable, gracias a Dios mis cuñadas son super agradables y siempre puedo pasar un buen rato hablando con cualquiera de ellas. Me dieron un pequeño recorrido turístico por el lugar, y he de admitir que aunque no es el lugar más bello del mundo, si tiene sus rincones bonitos y hasta de postal. Lástima que, como todo en este país, no esté muy cuidado.

Dejando de lado el calor, es bastante agradable estar aquí, mi cuñada y yo hemos comido cuanto antojo hemos tenido. Hoy también me enteré que seré tía de nuevo y me senté a llorar como la propia gafa, parece ser que entre más vieja, más sentimental te pone la llegada de un bebé. Llevo un buen rato pensando ideas y buscando inspiración para hacerle cositas y detalles a mi sobrino; porque sí, estoy segura que es varón, no me porfíen.

Día 33


Yo en serio no puedo creer que pintar un cuarto lleve dos días, auxilio. ¿Recuerdan que insinué que la pintura no era buena? Bueno, al parecer me equivoqué porque el color es brillante y bien bonito. Optamos por un árbol de cerezo y una pared de pepas, así que comencé a dibujar mi arbolito mientras en la tele pasaban Mulán (una de mis favoritas).De hecho pintar el árbol fue algo rápido y entretenido gracias a la magia de la botella de plástico que ayudó a pintar las flores.

Como soy Miss Me encanta complicarme la vida 2017, me pongo a derretir el crayón de los muebles y decido complacer a Sofi con sus pavo reales y flamingos. El diseño se veía precioso en papel, ni se diga en la pared, pero no pensé lo mismo cuando me puse a pintarlo todo. Mil detalles por delante y el pincel no colaboraba mucho. Roguemos que esto se termine hoy.

Día 32


A partir de hoy mi mamá tendrá una especie de "entrenamiento para tiempos sin mi". Yo me quedo una semana mientras que ella se va hoy, y atenderá la casa sola. Me intriga ver como se resolverá ella, aunque aun no inicia clases así que no es entrenamiento completo. Esa es otra de las causas de mi insomnio, pensar en como hará mi mamá aquí sin mi.


Estos dias he estado comiendo carne y tengo el estómago a punto de explotar, me molesta demasiado que aunque se me antoje no la procese. Intentaré no pararle a ver si así se pasa. Comencé a pintar el cuarto de mis sobrinas y estoy agotada, son cuatro paredes, pero la pintura necesita una base blanca y dos capas para agarrar.  Aparte pintar con dos niñas pequeñas cerca es un desafío. Ahora toca ponerse a pensar que diseño ponerle, aparte de las famosas etiquetas de Rock que la mayor quiere ponerle, pero eso ya lo resolverá Pinterest mañana. Del agotamiento ni me entero cuando caigo dormida.

Día 31


La verdad es que en los dos años que tengo de graduada, de broma he tocado un libro para leerlo. Fue bastante gratificante y hasta entretenido forrar los útiles de mis sobrinas, excepto los blocks. ODIO forrar blocks, aparte que no tiene ningun sentido porque igualito cualquiera viene, arranca la página y allá va el esfuerzo.

Las niñas aún no saben que me voy, así que el corazón se me explotó cuando Sofi habló de sus próximas vacaciones y de  como nos divertiriamos, ¿cómo le explico a una niña que no tendremos más vacaciones juntas por un tiempo, porque me voy del país? Ella no entiende de economía o  guerras o  estrés o trabajo, ella solo entiende de colegio y juegos. Ojalá pudiera yo también tener esa mentalidad, quizás sería un poco más feliz.

Día 30


Entonces mi mamá llegó con una muela para reparar y se va sin ella jeje. Debe ser terrorífico que te digan que te van a sacar un diente, nada más la inyección de la anestesia sería suficiente para ponerme a llorar y suplicar piedad, soy demasiado miedosa con todo. Si hasta recuerdo estar temblando cuando me tuve que hacer mi resonancia magnética. Si, le tenía miedo a acostarme y que una máquina tomará fotos de mi cuerpo, eso les debe dar una idea.


Hoy conocí algo llamado Teca, creo que es como una crepe pero me quedé con las ganas de probarlo porque no lo pedimos, aparte muy barato no era. Me pasé la tarde noche comenzando el organizador de escritorio de Sofi, creanlo o no, ver tantos videos de diys si sugestiona; terminas viendo un pote e imaginando un palacio de plástico. Dentro de todo el internet ha estado decente, roguemos que siga así y podamos hablar diario, de lo contrario pararé en loca.