A pesar de que mi mamá me deja dormir hasta tarde, debo arreglarme ya que usaremos su hora de almuerzo para seguir buscando el regalo de cumpleaños de mi más pequeñita sobrinita. Resulta que buscar algo que sea talla 18 meses es más arrecho que conseguir dolares. Terminamos comprándole algo talla 2, pero intentando verle el lado positivo, así le durará más.
Me animé a probar una limonada con hierbabuena y terminó
siendo tan impactante que hasta mi mamá me pedía el vaso cada tres segundos.
Esta vez si fui precavida y me llevé un abrigo para no morir congelada las
horas que tengo que esperar a que mi mamá salga. Esta oficina no sólo parece
una nevera, ahora es el polo norte porque ni señal llega. Definitivamente
evitaré la administración pública cuando trabaje.
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