viernes, 11 de agosto de 2017

Día 19


Casi que amanezco contando los minutos para almorzar. Lo lindo es que en eso mi hermano llegó temprano y arreglamos la luz del comedor; lo malo es que, si ud. nunca ha tenido o nunca se le ha dañado un microondas, nunca sabrá lo que es quedarse con cara de "Ajá... ¿y ahora como caliento dos pastas? Porque no hay potes para un baño María".

Después de entrarme a golpes con el horno, logro jartarme mi anhelado antojo. Seguro no me pararé de la cama en todo el fía de lo full que quedé, pero valió la pena. Comencé a hacer una plantilla para el regalo de Sofi. Intenté sacar mis notas y programas, pero control de estudios es un desastre y mi escuela estaba cerrada. #Mejorando. 

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