Entonces para evitar un problema mayor, intenté denunciar la
desaparición de mi cédula. Mayor perdedera de tiempo no he vivido. El rebote
entre tres sedes no es de Dios, nadie quiere trabajar, engañan con las
estadísticas de robo, gastan dinero en cosas sin sentido... Ésta mierda es lo
que ha causado el socialismo, gente vaga que engaña y le encanta lo fácil sin
esfuerzo.
La descomposición social de este país cada día es más
grande, cada segundo que pasa siento que no hay esperanza, que hay que salir
corriendo. Se va a necesitar medio siglo para que siquiera volvamos a ser algo
que valga la pena llamar país. Ya entiendo porque somos la vergüenza y la burla
del mundo. Me parte el alma hablar así de mi país, pero no puedo negar la
realidad. Me duele irme de mi país, pero no puedo seguir desperdiciando mi
juventud, no puedo seguir dependiendo de las decisiones de otros. Estoy harta.
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