viernes, 11 de agosto de 2017

Día 21


Sinceramente detesto que el trabajo te exprima tanto que te quedes dormido hablándome. Mañana es el único día que debo madrugar y sin embargo heme aquí, a la una de la mañana, cocinando. Hoy me vi con Maga, y fue super agradable. La extrañaba mucho, a decir verdad. Mi mamá al parecer también, porque la saludó más cariñoso que a mi jeje.

Mi estómago soporta caraotas y una arepa como cena, pero no unas albóndigas de almuerzo; yo y el Pato Lucas. Resulta que mi cédula está en alguna dimensión desconocida, y eso me frustra burda. Llevo toda la tarde-noche estresada y de mal humor, porque detesto cuando sé que dejé algo en un sitio y ahora no está.

Voy a dormir que si cuatro horas, pero bueno, alguien tenía que hacer almuerzo en esta vaina. Realmente espero que a mi mamá la jubilen, porque no dejo de pensar en como se resolverá cuando yo no esté. Que peo es irse del país, malparido gobierno, de verdad. Ojalá el karma les llegue bien pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario