viernes, 8 de septiembre de 2017

Día 50


Llevo toda la tarde (porque me paré a deshora, ya que el dolor y la sangre me impedían dormir) bailando mentalmente. Hoy es el día cincuenta, significa que ya falta menitos para volver a verte. Si, aún faltan ciento veinte días, pero seamos honestos... hoy es más fácil sacar la cuenta de cuanto falta juju.

Entre el dolor y tus mensajes llega la noche, y me pongo en plan consejera con mi mejor amiga. El instinto materno que me sale con ella, me dice que necesita un story time de lecciones de vida y consejos, aparte de la afirmación de que estoy aquí, así sea para recibirla con mi cara de "te lo dije, pero tu seguiste de gafa" después de que haga otra tontería. Porque total, yo bastantes hice, hago y me faltan por hacer. Quedamos en hacer una de nuestras pijamadas filosóficas, y esto es algo que extrañaré burda, y que me arruga el corazón pensar en cuando volveré a poder hacerlo.

Día 49


Increíblemente llevo todo un día haciendo una agenda. Así que más le vale a mi perezoso trasero escribir cada página así sea para decir que me saqué un moco. Llevo casi una semana sin actualizar el escrito, así que sigo dejándolo para otro día porque el dolor de vientre me ataca y me vuelvo un mounstruo que gruñe, patalea y cuenta los segundos para que la pastilla haga efecto.

Mi mamá llega antojada de dulce y café, así que tengo que calarme mi dolor y mi sangre, y caminar para brindarle su antojo. Siento más castigo el dolor de vientre que el precio de la cafetería, es como si la naturaleza me golpeara brutalmente por no querer tener hijos. Porque sí, soy al parecer la única mujer a la que no le molesta su regla, sangrar no es lo peor. Son los dolores y los pegostes. Auxilio.

Día 48


¿Que roba más que un político? Las aduanas. Punto y final, no daré más declaraciones. Resulta que me estoy despertando cada mañana cuando mi mamá se va, intentando volver a acostumbrarme a madrugar. ¿Pero saben quién se volvió a dormir hasta casi mediodía? Yo. Ya que la nevera de broma tiene limones y una cebolla, me pongo a organizar mis útiles y crear mi agenda para olvidarme del hambre.

Mi mamá llega tarde y hambrienta, pero por más que le damos vueltas a la cocina, seguimos igual. A la final me obstino y con el dolor de mi alma, abro una harina de trigo para hacer pan. Me sentí culpable hasta que lo probé y vi que sigo cocinando delicioso y no he perdido mi toque con las masas. Así que f*** you régimen, mis habilidades culinarias siguen conmigo, mientras ustedes dependen de robar.

Día 47


Hoy me toca cuidar a mi sobrina de nuevo, así que a madrugar se ha dicho. Pero para nada, porque el metro se tarda mil horas y se queda pegado en cada estación. Como si ya no me pusiera suficientemente nerviosa recordar que no tiene mantenimiento apropiado y transporta millones de personas en condiciones precarias, y que cada sonidito que detecto me hace elevar una plegaria al cielo.

Cuando por fin llegamos, en la rayita de tiempo, logro convencer a mi mamá que se quede tambien, porque después de que esa institución le debe treinta años de su vida ella puede tomarse un día libre para estar con su nieta. Miranda es tan bella y fácil de cuidar, que a veces, por segundos, me vuelve a provocar tener hijos. Luego recuerdo que puedo llegar a mi casa a dormir por horas y días, y se me pasa. Mis hermanos me mentaran la madre cuando lean esto jajajajaja.

Día 46


Uno parpadea y ya es lunes. Y lunes con amenaza de aumento de sueldo, que rico. Me paso el día en casa de una amiga, como se acerca mi marea roja ando con cambios de humor super raros y paso como dos horas riéndome de una tontería que dijo, hasta el punto en que hasta ella, que suele ser la gafa, se me queda viendo con cara de "Ya basta pues, no fue tan chistoso".

Mi mami llega temprano hoy, y después de enseñarle más aspectos básicos de su laptop, me paso como media hora rogándole que me aconseje para armar mi horario. Para sorpresa (nótese el sarcasmo) me dará clase una compañera de universidad de ella. No sé si tomar eso como una buena o mala noticia, ya que capaz me joda por eso. Crucemos los dedos. 

Día 45


Mi día pasa recordando burda a mi hermana mientras me distraigo con un juego de piedritas que se supone era de ella, pero me quedé yo. Es como una especie de tarot, pero del presente. Tu mantienes una pregunta en tu mente,  vas buscando rayitas,  las rayitas te llevan a una carta y la carta te da como una sugerencia o claridad a esa pregunta.

En fin, para un domingo sin movimiento y donde recalenté la comida del día anterior, era la más divertido que encontré para hacer. Ya que los demás juegos de mesa son en pareja, y mi mamá no quiere jugar conmigo. Me recuerda tanto a cuando era niña, y ella llegaba cansada del trabajo así que terminaba igualita jugando sola. O leyendo algo, pero ya leí todos los libros que tengo, y mi cabeza me duele como para ir a la laptop, así que seguiré con mis rayitas.

Día 44


Resulta que escuchando música me quedé dormidisima a altas horas de la madrugada, por ende mi sábado comienza conmigo despertando al mediodía y de una cocinando. Lo bonito de los fines de semana es poder comer con mi mami y hablar mariqueras, lo chimbo es cuando come tres cucharas y ya esta full, porque me hace sentir que como para alimentar a un ejército imaginario en mi barriga.

Es como la quinta vez que busco el número de cuenta de mi universidad, ¿y cuánto apostamos a que termino perdiéndolo de nuevo, por esta manía mía de anotarlo chiquitico para que entre en el monedero? También tengo que buscar el sencillo para pagar eso, porque si llego con mi billete de mil, la cajera me escupirá un ojo. Tonta universidad que no sube el precio, porque prefiere quedarse en la miseria. 

Día 43


Primer dia de vagancia desde que llegué de Valencia. Como veo mis inscripciones cada vez más encima mío, me pongo a organizar mi perolero de clases. Lanzo todos los papeles que tengo que guardar para un lado, y los que tengo que preparar para el otro. Cada vez que abro un cuaderno o aparto una guia, me entra esta inseguridad combinada con arrechera de no saber mis notas, de tener esta ansiedad evaluativa.

Me queda un sólo semestre más aquí, y luego tendré que enfrentarme a toooodo un sistema educativo nuevo, y en un idioma que apenas voy conociendo. Ya no sé si me pone más nerviosa ver estadística o pensar en la universidad en Europa. La gente suele decir que irse del país es fácil, que entre más joven mejor, pero a mi me ha resultado uno de los capítulo más difíciles y emocionales de mi corta y chimba vida. Espero no repetir esa frase al cumplir cuarenta. 

Día 42


Entonces me toca madrugar para ayudar a una amiga a estudiar.  Auxilio. De tanto estar preguntando y volcando temas y removiendo hojas sobre tejidos, ya me confundo con los sistemas, y ya me volví un ocho con huesos, músculos y neuronas. Razones por la que no puedo ser enfermera ni estudiar nada relacionado con medicina: Me enredo fácil estudiando y mi memoria es peor que la de Doris.

Después de pasar la tarde hablando y riendo, la acompaño a clase y por cosas de la vida, me encuentro a mi padrino. Me vengo a mi casa hablando con él, cosa que es bastante relajante, porque siento que me apoya full y busca ayudarme. Termino mi día echada en mi cama, con la satisfacción de que mi amiga sacó veinte.

Día 41


¡Entonces hoy cumple mi tikitica preciosa su primer añito de vida! Entre tantas emociones y tanta molestia a diario, es bonito tener un motivo así gigante para alegrarse y sonreír. Aprovecho de demostrarme a mi misma que aún sé arreglarme en la vida y me visto elegante, hasta me pongo mi pegoste de maquillaje en la cara y me arreglo el pelo. Tuve la bella idea de ponerme tacones y bueno... debí recordar como son las calles de Caracas.

A veces siento que Miranda, o quizás los bebés en general, entienden y hacen más cosas de las que hacía yo a esa edad. Ella entiende absolutamente todo a su alrededor, hasta se emocionó con sus regalos. Yo a su edad botaba baba y me seguía asombrando de ver a mi mamá cada mañana, aunque estaba ahí cada día. Porque sí, al parecer mi inteligencia empezó cuando agarré un libro, antes no.


¿Saben que es jodido? Estar en un cumpleaños y ver que tu hermano, aun en su alegría, ve a su hija con dolor porque no sabe como podrá mantenerla a ella y el resto de la familia, debido al radicalismo de la gente. El venezolano, aun en plena crisis, no ha entendido absolutamente nada sobre como nuestra mentalidad es lo que nos va a sacar del hueco donde estamos; no es ningún partido, ni ningun dios, somos nosotros solitos, una vez que aprendamos de nuestras acciones. Si es que lo hacemos...

viernes, 1 de septiembre de 2017

Día 40


A pesar de que mi mamá me deja dormir hasta tarde, debo arreglarme ya que usaremos su hora de almuerzo para seguir buscando el regalo de cumpleaños de mi más pequeñita sobrinita. Resulta que buscar algo que sea talla 18 meses es más arrecho que conseguir dolares. Terminamos comprándole algo talla 2, pero intentando verle el lado positivo, así le durará más.

Me animé a probar una limonada con hierbabuena y terminó siendo tan impactante que hasta mi mamá me pedía el vaso cada tres segundos. Esta vez si fui precavida y me llevé un abrigo para no morir congelada las horas que tengo que esperar a que mi mamá salga. Esta oficina no sólo parece una nevera, ahora es el polo norte porque ni señal llega. Definitivamente evitaré la administración pública cuando trabaje.

Día 39


Gracias a Dios no tuve que madrugar para devolvernos, y mi cuñada fue tan bella que me hizo un desayuno andino, con pizca y todo, asi que para el momento del viaje estaba bastante feliz y relajada. Paso las dos horas hablando con mi hermano, e incluso practicando inglés, fue un buen viaje. A pesar de la enorme diferencia de años entre mi hermano mayor y yo, a veces somos capaces de hablar como si ambos estuvieramos en un punto medio.

Llego y después de limpiar, me niego rotundamente a moverme de mi cama, así que después de luchar para encender la televisión porque el control está más que defectuoso, me dedico a volver a ver mis maratones de csi y esperar tus mensajes. Tu horario no es una maravilla, pero todo sea por poder vivir juntos. 

Día 38


Hoy decidimos vivir el día paseando así que ni bien tomamos el desayuno nos largamos, nuestro primera opción de destino es bastante lejana, así que optamos por la segunda. Recorrimos el museo aeronáutico, y mi hermano nos descubrió su tiempo de paracaidista, por allá cuando era un carajito y entrenaba para ser parte de las fuerzas armadas.

Cuesta creer que antes el entrenamiento era duro, y poco importaban los miedos que pudieran tener los carajos, si ud quería defender a su país tenía que echarle bolas y no estar dudando ni retrocediendo, luego aprender a usar un arma y terminabas entrando a un submarino por dos o tres semanas, quizás más.  Y ahora... bueno, ahora vigilan las colas que hace ,a gente buena para poder comer. Me siento bastante segura, si señor.

Probamos un restaurante buenísimo y me dí cuenta que debo hacer más ejercicio, pues de broma logré sujetarme en el parquecito de cuerdas. Tampoco es que antes fuera una cadete o algo, pero si lograba aunque sea subirme al columpio. En fin, Sofi pasa la noche leyendo conmigo y diciéndome cuanto me extrañara, de tanto que me ruega volver se me olvida el estrés de cuidarlas y acepto. Así que seguramente volveré a atrasarme en esto por otro viaje.

Día 37


Entonces mi cuñada y yo decidimos que con todos los cuadros que hay en la casa, hariamos una pared con cuadros como siempre los vemos en Pinterest. Me llevó un buen rato de diseño, pero lo logré, así que mi hermano lleva un rato midiendo y poniendo clavos en la pared. Es bonito tener un esclavo, para variar. Parte de la familia de mi cuñis también está aquí, así que ha sido un buen rato de conversación.

Salimos a comer en familia, porque como cosa rara no hay suficiente en la nevera pa tanta gente, aparte los detalles o muestras de cariño de mi hermano son precisamente cosas asi: llegar con algo que hace falta o parir un poquito y brindar comida; así que todos aceptamos gustosamente. Aproveché de matar mi antojo de pizza, pero todo el mundo se llenó y terminé raspando todas las bandejas, porque como siempre soy una vaca feliz.

Llevo rato intentando dormir a las niñas, pero pareciera que ellas recargaron pilas y tienen cinco más de repuesto. Sofí lleva rato riéndose de las historias que le cuento de cuando era chiquita, al parecer no le convence parecerse tanto a su hermanita, sobre todo en lo tremenda jeje. Casi a medianoche por fin ambas se rinden al sueño y puedo terminar de escribir. Esperemos no vuelvan a despertarse a las 7, porque ésta que está aquí no lo hará.

Día 36


Mis días aquí se aproximan a su fin, pero ahora me toca el desafío de ayudar a pintar la sala, y vaya que es un espacio grande. De paso el olor de la pintura no es para nada agradable.  Por alguna fortuna del destino, apenas son las cinco y logramos terminar todo, ya que la pintura agarró rápido. Pero para la pared más larga nos pusimos floja y nada más retocamos el viejo color jajajajaja.

Dejamos todo patas arriba y hecho un desastre y salimos a comer. He de decir que nunca he sido muy fan de ir a las Hermandades Gallegas, pero como iba de invitada doble pues mucho no podía decir. La comida no fue lo mejor del mundo, pero el lugar es lindo, la piscina daba ganas de meterse aún a las 11 de la noche. Las niñas como ya conocen todo, querían recorrerlo de cabo a rabo y tenía que estar yo atrás de ellas. Para el final de la noche, mi jean termina hecho leña y yo agotada. Tengo un antojo enorme de pizza y nada me lo quita.

Día 35


¿Saben que pasa si llevan un color blanco a la playa? Si acaso se pondrá caliente al tacto y se llenará de arena, ¿cierto? Bueno, así tal cual es llevarme a mi a la playa. Si me llego a descuidar un pelo la cara, puedo ponerme roja, pero del resto nada. Estuvimos un buen rato y de broma me puse roja la nariz, parezco Rodolfo el reno con traje de baño. Mi cuñada decidió brindarme la mejor merengada que he probado en mi vida, y yo jurando que esas monstruosidades con waffles y helado encima sólo se veían por Instagram.

Me hizo una limpieza dental y una vez más estoy libre de caries jeje. Sofi al parecer es igual de miedosa que yo con el hecho de que le saquen los dientes de leche jeje, y eso que su mamá es odontóloga. Después de unas diligencias y un agradable rato en caso de sus abuelos, emprendimos vuelta a la ciudad. Mi hermano llega bien de noche, justo cuando se va el internet. Allá van mis actualizaciones puntuales. 

Día 34


Resulta que si logramos terminar todo el cuarto ayer, así que hoy solo tuve que limpiar el piso y pegar más diseños en el closet, quedó super lindo, de verdad me siento orgullosa de mi trabajo. Pero menos más fue sólo un cuarto porque mi cuota de limpieza y creatividad ha sido agotada por esta semana. Decidimos bajar al puerto para que mi cuñada pueda resolver unas cosas y de paso ver si logramos escaparnos a la playa.

El viaje es corto pero super agradable, gracias a Dios mis cuñadas son super agradables y siempre puedo pasar un buen rato hablando con cualquiera de ellas. Me dieron un pequeño recorrido turístico por el lugar, y he de admitir que aunque no es el lugar más bello del mundo, si tiene sus rincones bonitos y hasta de postal. Lástima que, como todo en este país, no esté muy cuidado.

Dejando de lado el calor, es bastante agradable estar aquí, mi cuñada y yo hemos comido cuanto antojo hemos tenido. Hoy también me enteré que seré tía de nuevo y me senté a llorar como la propia gafa, parece ser que entre más vieja, más sentimental te pone la llegada de un bebé. Llevo un buen rato pensando ideas y buscando inspiración para hacerle cositas y detalles a mi sobrino; porque sí, estoy segura que es varón, no me porfíen.

Día 33


Yo en serio no puedo creer que pintar un cuarto lleve dos días, auxilio. ¿Recuerdan que insinué que la pintura no era buena? Bueno, al parecer me equivoqué porque el color es brillante y bien bonito. Optamos por un árbol de cerezo y una pared de pepas, así que comencé a dibujar mi arbolito mientras en la tele pasaban Mulán (una de mis favoritas).De hecho pintar el árbol fue algo rápido y entretenido gracias a la magia de la botella de plástico que ayudó a pintar las flores.

Como soy Miss Me encanta complicarme la vida 2017, me pongo a derretir el crayón de los muebles y decido complacer a Sofi con sus pavo reales y flamingos. El diseño se veía precioso en papel, ni se diga en la pared, pero no pensé lo mismo cuando me puse a pintarlo todo. Mil detalles por delante y el pincel no colaboraba mucho. Roguemos que esto se termine hoy.

Día 32


A partir de hoy mi mamá tendrá una especie de "entrenamiento para tiempos sin mi". Yo me quedo una semana mientras que ella se va hoy, y atenderá la casa sola. Me intriga ver como se resolverá ella, aunque aun no inicia clases así que no es entrenamiento completo. Esa es otra de las causas de mi insomnio, pensar en como hará mi mamá aquí sin mi.


Estos dias he estado comiendo carne y tengo el estómago a punto de explotar, me molesta demasiado que aunque se me antoje no la procese. Intentaré no pararle a ver si así se pasa. Comencé a pintar el cuarto de mis sobrinas y estoy agotada, son cuatro paredes, pero la pintura necesita una base blanca y dos capas para agarrar.  Aparte pintar con dos niñas pequeñas cerca es un desafío. Ahora toca ponerse a pensar que diseño ponerle, aparte de las famosas etiquetas de Rock que la mayor quiere ponerle, pero eso ya lo resolverá Pinterest mañana. Del agotamiento ni me entero cuando caigo dormida.

Día 31


La verdad es que en los dos años que tengo de graduada, de broma he tocado un libro para leerlo. Fue bastante gratificante y hasta entretenido forrar los útiles de mis sobrinas, excepto los blocks. ODIO forrar blocks, aparte que no tiene ningun sentido porque igualito cualquiera viene, arranca la página y allá va el esfuerzo.

Las niñas aún no saben que me voy, así que el corazón se me explotó cuando Sofi habló de sus próximas vacaciones y de  como nos divertiriamos, ¿cómo le explico a una niña que no tendremos más vacaciones juntas por un tiempo, porque me voy del país? Ella no entiende de economía o  guerras o  estrés o trabajo, ella solo entiende de colegio y juegos. Ojalá pudiera yo también tener esa mentalidad, quizás sería un poco más feliz.

Día 30


Entonces mi mamá llegó con una muela para reparar y se va sin ella jeje. Debe ser terrorífico que te digan que te van a sacar un diente, nada más la inyección de la anestesia sería suficiente para ponerme a llorar y suplicar piedad, soy demasiado miedosa con todo. Si hasta recuerdo estar temblando cuando me tuve que hacer mi resonancia magnética. Si, le tenía miedo a acostarme y que una máquina tomará fotos de mi cuerpo, eso les debe dar una idea.


Hoy conocí algo llamado Teca, creo que es como una crepe pero me quedé con las ganas de probarlo porque no lo pedimos, aparte muy barato no era. Me pasé la tarde noche comenzando el organizador de escritorio de Sofi, creanlo o no, ver tantos videos de diys si sugestiona; terminas viendo un pote e imaginando un palacio de plástico. Dentro de todo el internet ha estado decente, roguemos que siga así y podamos hablar diario, de lo contrario pararé en loca.

sábado, 19 de agosto de 2017

Día 29


Despúes de mi cara de "Dime que es un chiste" cuando mi tío me dijo que el ejercicio era para doctorados, recuperé parte de mi confianza en mi misma y mis habilidades. También me quedé más tranquila en un aspecto económico, así que asumo que aunque sea de mil preocupaciones dos relajaciones.

Si apostaron con el post anterior, les informo que ganaron, dejé como tres cosas porque sencillamente es como mi destino siempre hacerlo. Realmente me encanta viajar en carro, y en la vía hay tanto que ver. Bueno... si no miras abajo donde están los pobres animales atropellados y las personas (viejitas incluidas) llevando sol y corriendo tras los carros para intentar ganar algo. Aquí una alegría siempre conlleva una tristeza. 

Día 28


El par de lavadas se volvieron cinco pues eran prendas delicadas. Me puse también a sacar mil cartones y papeles para jugar con mis sobrinas, ya que mis juegos de Wii siguen en casa de Kevin. Hice una lista de todo lo que tengo que sacar antes de irme y luego terminé de hacerle los regalos a Sofía. Es nuestro primer cumplemes lejos, y eso sólo hace que todo me afecte el triple.


Justo cuando una cree que sabe inglés, te mandan una tarea super difícil que te hace llorar y lanzar diccionarios. Mi visita mensual me puso el triple de sensible, parezco una bebé dramática. Termino acostándome tarde y super estresada, para variar. ¿Quieren apostar a que, a pesar de ya tener listo el bulto y de hacer listas, se me termina quedando algo? Seguro ganan.

Día 27


Como le prometí a la Virgen que si lograba sacar la cédula me ponía a lavar toda la ropa sucia, pues mi dia inicia y termina con la lavadora. En un intermedio corro a buscar mi cédula y pues... me hubieran dicho y la plastificaba yo. La burbuja que tiene es más grande que Caracas en un mapa, y el plástico es tan blandengue que hasta puedo enrollarla.


Le iré a sacar veinte copias por si acaso, porque basta que no tenga un papel para que me lo pidan cuando me vaya. Lo único bueno es que con la presión de la promesa casi que guindo ropa del techo. Creo que con unas lavadas más mañana debo haber terminado. Estoy exhausta, pero igual es algo que tenía que hacer.

Día 26


Entonces uno tiene que perder todo un día en  esta porquería, para sacar algo tan simple como un documento de identidad. Un papel que indica que soy una ciudadana de éste país desde que nací. Lo último, de verdad. La arrechera y la impotencia que tengo no las controlo. No es posible que me haya alegrado porque ocho horas de cola después, "milagrosamente" volvió el sistema y pude sacar mi identificación. Me averguenzo de haberme emocionado de un trámite tan simple, me siento parte de su juego psicológico.

De verdad no me quedan ningunas ganas de escribir más por hoy. Por primera vez romperé la regla de mínimo cuatro líneas por párrafo.


Día 25


Entonces para evitar un problema mayor, intenté denunciar la desaparición de mi cédula. Mayor perdedera de tiempo no he vivido. El rebote entre tres sedes no es de Dios, nadie quiere trabajar, engañan con las estadísticas de robo, gastan dinero en cosas sin sentido... Ésta mierda es lo que ha causado el socialismo, gente vaga que engaña y le encanta lo fácil sin esfuerzo.


La descomposición social de este país cada día es más grande, cada segundo que pasa siento que no hay esperanza, que hay que salir corriendo. Se va a necesitar medio siglo para que siquiera volvamos a ser algo que valga la pena llamar país. Ya entiendo porque somos la vergüenza y la burla del mundo. Me parte el alma hablar así de mi país, pero no puedo negar la realidad. Me duele irme de mi país, pero no puedo seguir desperdiciando mi juventud, no puedo seguir dependiendo de las decisiones de otros. Estoy harta.

lunes, 14 de agosto de 2017

Día 24



Mi dieta continúa y ya me duele la cabeza del hambre, mi mamá de vaina me deja comer una tostada; entre el almidón y la menstruación ya parezco un chanchito. Si ya estoy obstinada y de mal humor, por naturaleza, estoy el doble sin café, porque sí, hasta eso me lo prohibió mi madre para "desintoxicarme el estómago". La música me aumenta el dolor de cabeza, al igual que el silencio, los juegos, los libros y la laptop. Obstinada por cinco mil.

Intenté volverme a dormir varias veces en el día y sólo lo consegui una. De verdad, detesto cuando mi mamá se poner así de dramática con mis malestares. De paso aprovecha para comer bastante nien y rico en mi cara, luego dice que no somo iguales. Ya llegué a ese punto donde llegan pero no salen, donde el dolof de estómago ya es una puntada incesante. Me quedaré viendo el techo unas horas, a ver si caigo dormida. 

Día 23


Otro día en cama por ir de lambucia a comer carne. Por ésta clase de cosas es que me quedo hasta la madrugada estudiando, porque nunca aprendo. Mi mamá ya se obstinó de mis malestares y me puso en dieta, he comido puro pan y agua con bicarbonato, auxilio. Siento un ridículo nudo en el estómago y he vomitado ya hasta el alma; para colmo, recibí mi visita de cada mes. Unos ramazos para mi, por favor.

Hoy toca ver como rendir los reales para comprar comida, pues de paso la perrarina se agotó así que toca cocinarle a los animales también. Ruego poder encontrarles un excelente hogar donde los cuiden y no tengan que andar en este peo. Ya es hasta doloroso tenerlos yo.


Desearía poder retroceder en el tiempo y evitar esas desgraciadas elecciones de los noventa que tanto han destrozado este país, matado seres, destruido recuerdos, separado corazones, creado malas reputaciones y causado la mayor emigración de venezolanos en toda su historia. Que triste que el error de unos, afecte generaciones...

Me paso el dia entre regalos de Sofi y dormir, porque el malestar ya es bien hijuemadre. Apenas pueda me volveré un conejo naranja de tanta zanahoria, ya de verdad que no aguanto tanto rollo. Y no, no es mental, porque me como las vainas con gusto y hasta antojo, no pienso en que puede caerme mal hasta que debo correr al baño. Dos párrafos me parecen suficientes para alguien que no quería escribir hoy.

viernes, 11 de agosto de 2017

Día 22


Resulta que en este país es más fácil falsificar una cédula que sacar una nueva, porque el sistema se cae pero el gobierno no. Que ridículo. Me recorrí dos Saime después de salir de clases (que por cierto, que desastre el metro) y ninguno con sistema. Aquí nada funciona, por eso es que no salimos adelante nojoda. Ahora me toca perder mi lunes también.

Como no es nada raro en mi, después de estar arrecha, termino llorando porque palabras de mi mejor amiga me hacen pensar en que cada vez está más cerca ese "hasta luego" en el aeropuerto. Se me hace super difícil solo pensarlo, siento que moquearé hasta inundar el aeropuerto, el país, el continente...

Usualmente la foto que coloco es de mi libro de Hadas, pero resulta que hoy vino una a visitarme. De niña, leí en otro libro que las libélulas son la forma que adoptan las hadas jóvenes para poder acercarse a los humanos sin llamar mucho la atención, y aprender de nosotros. Que haya venido mientras lloraba a mares, fue mi señal y recordatorio de que la magia aún existe. Así que tomen, les comparto (aunque con la mala calidad de mi cámara) una foto de mi pequeña amiguita, para recordárselo a uds también.

Día 21


Sinceramente detesto que el trabajo te exprima tanto que te quedes dormido hablándome. Mañana es el único día que debo madrugar y sin embargo heme aquí, a la una de la mañana, cocinando. Hoy me vi con Maga, y fue super agradable. La extrañaba mucho, a decir verdad. Mi mamá al parecer también, porque la saludó más cariñoso que a mi jeje.

Mi estómago soporta caraotas y una arepa como cena, pero no unas albóndigas de almuerzo; yo y el Pato Lucas. Resulta que mi cédula está en alguna dimensión desconocida, y eso me frustra burda. Llevo toda la tarde-noche estresada y de mal humor, porque detesto cuando sé que dejé algo en un sitio y ahora no está.

Voy a dormir que si cuatro horas, pero bueno, alguien tenía que hacer almuerzo en esta vaina. Realmente espero que a mi mamá la jubilen, porque no dejo de pensar en como se resolverá cuando yo no esté. Que peo es irse del país, malparido gobierno, de verdad. Ojalá el karma les llegue bien pronto.

Día 20


¿Recuerdan esa plegaria del otro día? Creo que no la elevamos. Siento un nudo en el estómago y he devuelto hasta el alma. De verdad que arrechera comerme algo con gusto y después estar así. Me volveré otra Barbie humana y me alimentaré del sol y del aire, porque la lechuga está viniendo horrible y los champiñones están caros.

Juro solemnemente que ésta semana encuentro el libro para hacer ejercicios, ya que ahora no salgo casi, me pondré como un cerdito. Capaz me jale a Grecia, ya que ella es la fitness. Resulta que si sé coser un cierre y logré hacer una cartuchera, me siento orgullosa de mi. El malestar hace que ya no quiera escribir más así que me retiro a intentar dormir. 

Día 19


Casi que amanezco contando los minutos para almorzar. Lo lindo es que en eso mi hermano llegó temprano y arreglamos la luz del comedor; lo malo es que, si ud. nunca ha tenido o nunca se le ha dañado un microondas, nunca sabrá lo que es quedarse con cara de "Ajá... ¿y ahora como caliento dos pastas? Porque no hay potes para un baño María".

Después de entrarme a golpes con el horno, logro jartarme mi anhelado antojo. Seguro no me pararé de la cama en todo el fía de lo full que quedé, pero valió la pena. Comencé a hacer una plantilla para el regalo de Sofi. Intenté sacar mis notas y programas, pero control de estudios es un desastre y mi escuela estaba cerrada. #Mejorando. 

Día 18



Llevo un buen rato esperando por Grecia. Comienzo a creer que olvidó donde vivo. Cuando finalmente llega, resulta que la bolsa es tan pesada que tenemos que llevarla entre las dos, gemelas con peso coming through. Como si, de paso, la subidita para su casa ya no fuera lo suficientemente lala.

Justo cuando ella está en su mejor momento de sueño, tengo que despertarla porque, como siempre, no sé que hacer cuando un niño hace un desastre; por esto siempre digo que me pienso lo de tener hijos. Como cosas rara en este país, ya a las cinco se me enciende la alarma de que debo largarme a mi casa, como si fueran las diez de la noche o algo así.

Tengo un mega antojo de spaghetti con albóndigas, así que aprovecho éste momento divino y celestial en que tengo todo para prepararlas. Elevemos una plegaria para que no me caiga mal porque de verdad babeo del antojo. Nuevamente me acuesto tarde, pero ésta vez por vaca. En realidad, por vacas todos, pues en ésta casa tienen que llevar almuerzo.

lunes, 7 de agosto de 2017

Día 17



Mi mami y yo nos pasamos el día arreglando cosas, también inició una limpia de su closet. Iba a regalar una camisa pero yo la choripalié y la usaré como suéter, así me llevo algo de ella. Como cuando el pobre lava, llueve, cayó sendo palo de agua, y esta casita colador de broma no se inunda. Para colmo se mojó la ropa, auxilio, de verdad.

A pesar que conozco las nuevas mañas de mi estómago, me antojo de hacer nuggets acompañados de ensalada de papa y remolacha, roguemos al señor que no me arrepienta después. Por alguna extraña razón caigo dormida más horas de la tarde, lo que causa que, de madrugada, esté despierta; llorando y pensando en lo raro y frío que se siente el no tenerte nada preparado para tu cumpleaños porque no estás aquí... cinco meses más y estamos juntos, en eso tengo que pensar. Cinco meses y tendré la oportunidad de disfrutar mi juventud, cinco meses y podré ayudar a mi familia como aquí no logro hacerlo. Debo enfocarme en buscar trabajo y no estarme deprimiendo, por más fácil que que eso sea.  

Día 16


Realmente no sé como voy a sacar dos párrafos de hoy, si mi día se me fue en dormir y lavar. Ayer un gato tumbó medio techo y rompió una mesa, y no sé como, pero mi mamá con mecatillo rescató la mesa. Desde el teleférico noté que me está empezando a fallar la vista (cosa nada rara pues todos en esta familia usan lentes), menos mal mi tío siempre está al rescate y me hizo una cita en el oftalmólogo, pero es dentro de 4 meses, así que a aguantarme.


En la noche, casi madrugada, me da mi ataque de desapego y comienzo a sacar medio closet. Saco una bolsa para Sofi y otra para Grecia y Greta. Mientras más rápido regale las cosas, mejor estaré, porque si lo hago antes del viaje, no querré botar nada y seré un paño de lágrimasl Mi meta es empezar semestre (que por cierto, se la mamaron con las fechas) ya con lo mínimo para viajar. Lo único "bueno" que ha hecho éste gobierno, es hacerme agarrar arrecheras limpiadoras.

Día 15



Y entonces la chama que más odia madrugar, es la que termina madrugando por todo el mundo. Creo que no hubo un sólo día esta semana que no madrugara, auxilio. Hoy acompañare a Doña Curiosea Todo al Ortopédico; desde que era carajita no voy ahí, aunque mi mamá insiste en que obviamente que lo recuerdo.

Cuando yo me fui revisar mi espalda, o mejor dicho mi columna, fueron  que si dos semanas entre consultas, clínicas y seguros; aquí no, tardamos que si 5 horas en  que la revisaran, le hicieran rayos x y chequearon los resultados. Fue más lo que tuvimos que esperar por las doctoras Llega Mil Horas Tarde, que lo que realmente le mandaron a hacer.

Al llegar fuimos a mi casa y le dí dos bolsas de ropa, total, no voy a poder llevarme todo y hay cosas que casi no uso que a ella le encantaron; prefiero que las tenga alguien  que las cuide y se las ponga. Mi mami me acompañó a llevarla y compartimos tizana y un roll de canela. Desearía que tu trabajo no fuera tan exigente y pudiéramos hablar más.

viernes, 4 de agosto de 2017

Día 14


Mi día comienza levantándome de madrugada y con la noticia de que tengo que correr a hacer un depósito. Me cago en todo. Con lo que yo odio ir a un banco, de verdad. Siempre están full y aparte los cajeros de mal humor. Para colmo me levanto, y apenas me visto salgo corriendo, sin desayunar o tomar café siquiera. Voy a andar con un humor de perros todo el día.

Pasarme el día en la calle, brincando del timbo al tambo, buscando efectivo, sólo hace que mente más madre. Lo único bueno fue comer con mi mami. Bueno, medio bueno, porque cuando ambas estamos de malas chocamos más que dos autos soplados en la entrada de la Cotamil (Av. Boyacá) y terminamos discutiendo hasta por la forma de mover los ojos de la otra. Después dice que mi carácter no tiene nada que ver con ella, como no.

Después de escuchar como un corrupto y asqueroso guardia de mierda iba a "meter presa" a mi mamá por decirle que no estorbaran el flujo de autos ni taparan la parada de camioneticas (autobus) y un fucking susto con una babosa, me vuelvo a quedar dormida  sin hacer almuerzo, tocará que mi mamá se lleve el resto del estofado. Definitivamente, tengo que cocinar son los fines de semana, sino me vuelvo un desastre.

Día 13



Hoy volví a cuidar a mi chiquita. El perro le triplica el tamaño y ella va y le jala las orejas y el hocico como si nada. Lo más divertido es la cara que pone el pobre animal cuando comienza a lanzarle la pelota, como suplicando que controle a la criatura. Hoy en medio de sus tremenduras, comenzaron a transmitir Frozen y se emocionó toda cuando salía Olaf; y entonces la odiosa que se derrite con tanta ternura.

Estuve cabeceando todo el día por madrugar, y mi hermano y yo nos dormimos en el sofá mientras esperábamos al técnico de Inter. Cuando despertamos del letargo, vimos que ya era tarde y nada de que el técnico venía. No habiamos ni terminado de salir de su zona, cuando lo llaman que estaban abajo, que joyita.

Ni bien llegué a la casa, me acosté. A ver si me paro temprano mañana para reportar el extravío del viejo carnet. Que ladilla, y yo que no quería pisar más nunca esa universidad. Se me olvida completamente hacer almuerzo, pues aunque me esfuerzo por mantener los ojos abiertos, todo se nubla y la laptop queda encendida, conmigo dormídisima al lado. 

miércoles, 2 de agosto de 2017

Día 12




Hoy probé la cosa más niche pero buenísima del mundo: Una empanada de chorizo. Bueno, que una, me jarté dos y una de queso como la vaca que soy, a la cuenta de mi amiga no debió gustarle nuestro desayuno, pero ya mataré algún tigre para reponer; después de la arrechera y la trampa del domingo me merecía mi vaina. 

¿Saben que pasa cuándo la gafa servicial de yo dice "si vale, yo te acompaño"? Que termina recorriendo un buen tramo de Las Mercedes, a pata, bajo una pepa e' sol, y subiendo nueve pisos en escaleras. Lo bueno es que como es tu mejor amiga, con echarse a dormir un rato se le perdona todo. Y como pagó el desayuno más. 

Son altas horas de la noche, y por un lado me hace feliz que ya tengas apartamento y estés mudado, pero por otro comienzo a arrepentirme de las empanadas, ya tengo el estómago revuelto. Mañana cuido a mi princesa menor de nuevo, así que aún con el malestar intento dormir. 

Actualización: Es casi de madrugada y no logro dormir, me pasa por antojada. 

Día 11


Hoy me toca cuidar a mi sobrinita menor, una dosis de ternura, dulzura e inocencia para mitigar mi vejez prematura. Por suerte, alguito heredó de mi y estuvo dormida hasta tarde, morsitas al poder. Pasarme el día jugando con ella fue relajante y agradable; con once meses es más inteligente que yo con diecinueve años,a su edad yo creo que ni agarrar un tetero sabía.

Como le perdí costumbre a madrugar, estuve luchando el resto de la tarde por no dormirme, pero terminé sucumbiendo al sueño en la tarde-noche, y ahora de madrugada no logro dormir nada, mala señal pues mañana debo volver a madrugar para acompañar a una amiga. Y yo que pensaba dormir sabroso y hasta tarde estos días.

Mi universidad brilla por su ausencia, no se pronuncia, no le forma peo a control de estudios, no dice nada de notas, nada. Definitivamente esa universidad la salvamos sus estudiantes, porque si fuera por las autoridades... Después de que este gobierno caiga, los siguientes en salir son los de la UCV, demasiada vagancia y compinche; bien se dice que somos el reflejo del país.

domingo, 30 de julio de 2017

Día 10


Mi día comienza viendo como una araña mata a otra. Dormí hasta tarde por quedarme hasta la madrugada hablando. Me pasé el día haciendo bajar la pila de ropa sucia y cocinando en la "estufita" eléctrica para ahorrar gas.  Le pinté las uñas a mi mami y cambié el color de las mías, había olvidado que tenía esa pintura azul.

Como cuando el pobre lava, llueve, llegó un punto donde tuve que dejar de lavar, porque no había más espacio dentro de la casa para tender la ropa, y afuera estaba cayendo el mega palo de agua. Hoy 16 venezolanos no volverán a casa gracias a este asqueroso, narcotraficante y asesino gobierno; todo porque uno aquí no tiene derecho a pensar distinto. Deben vernos como ovejas que pueden dirigir o pobres gallinas que pueden desplumar antes de matar.


Llevo rato que lo único que escuchó son fuegos artificiales celebrando un fraude y gritos de alguna pobre criatura, sin saber de donde provienen  o por que suceden. Debo irme a dormir, o de lo contrario no madrugaré mañana. Quizás me lleve mi libreta y vaya creando ese escrito de ayer. Volver a escribir me ha hecho bastante bien, estoy más calmada.

Día 9


Me he pasado el día difundiendo imágenes sobre la cagada de fraude que hará el gobierno mañana. Tempranito llevé a mi mami a quiropedia, dice que ya siente que camina entre nubes de nuevo. Como le dio flojera  ir al centro, compramos queso en la carnicería. Los "a cuidarse mucho" se están convirtiendo en el "que tenga un buen día" en este país.

Entramos a un supermercado y fueron cinco minutos de yo recordando como eran las cosas antes. Parezco una vieja. Eso me da una idea para un escrito. Dimos mil vueltas buscando una mercería, las calles están desiertas y los pocos negocios abiertos abarrotados. La gente ya no sabe que comprar, está desesperada.


Como a uno  no le falta Dios, me pidieron que cuide a mis sobrinos el lunes pues a mi hermano le salió trabajo; más me vale dormirme temprano el domingo. La noche ha transcurrido entre balas, gritos y música asquerosa de mis vecinos; como si fuera la cereza del pastel, también pasan motos con consignas del gobierno. Como se les ocurra pasar de madrugada con su diana, juro que les lanzo una puputov.

Día 8


Se suponía que debía llevarle el almuerzo a mi mami pero, con el mega palo de agua que cayó en este colador, fue imposible. Lo triste es que no comió en la calle, porque no se puede, sino que se compró un dulcito para aguantar hasta la casa. Comencé a arreglar bolsas de lo que regalaré, mis sobrinos tendrán varias cosas, pero me gustaría donar ropa a alguna fundación o foro penal.

Comencé otro regalo de Sofi, pero no tengo cierres para completarlo, tendré que buscar alguna mercería mañana. Espero poder llevar a mi mami a quiropedia, ya no aguanta los pies. Por suerte ya hay punto así que no tengo que correr a buscar efectivo. Mi hermana me pegó su antojo de empanadas, revisaré finanzas a ver si aunque sea podemos comernos una. Nada más denigrante que tener que ver tu cuenta a ver si puedes desayunar en la calle.

Hice las mejores lentejas de mi vida, por fin le estoy agarrando el truco a cocinar granos. Le sigo teniendo repele a las caraotas, porque siento que la olla de presión me explotará tal como en 1000 maneras de morir. Mi mamá me dice que me reta a cocinar unas, pero que ella manejará la olla, por si acaso.

viernes, 28 de julio de 2017

Día 7


Hoy se cumple una semana de nuestra despedida formal. Empezar el día con una parranda de disparos no es un indicio de un buen día, y pasarte el día sacando agua porque tu hogar tiene mil goteras, es la prueba.  Hablarte más es reconfortante, sobre todo cuando te noto mucho más feliz y más calmado, con ganas de empezar a trabajar.

Después de un buen tiempo, volví a publicar algo no referente a la situación de mi país y escribí algo por el día del bibliotecólogo. Ver a mi escuela activa me hizo tener ganas de volver a clases, sí, ya sé que a los dos días me estreso y me trasnocho, pero me gusta mi carrera y, además, es una forma de entretenerme y que el tiempo pasé rápido. Eso me recuerda que debo buscar como es el proceso de inscripción.

He aceptado y cancelado clases de inglés como cinco veces, mi tío ya debe estar obstinado, pero no sabe como es mi mamá en modo sobreprotector. Terminé tu camisa de Star Wars, sólo falta que tu elijas las letras. Me puse a terminar los regalos de Sofi, quiero irme un par de semanas, debo buscar manualidades y juegos para estar con ella.

Mis habilidades de costura son mejores que como recordaba, de hecho mi proyecto quedó mejor que lo que he cosido a máquina, creo que debo volver a leer el manual. Hoy dentro de todo no me dormiré tan tarde, si tengo algo de sueño y no es de madrugada. Ojalá mañana haya agua y pueda llenar los pipotes.

miércoles, 26 de julio de 2017

Día 6


Hoy los astros se alinearon y pudimos hablar casi todo el día. Tus respuestas instantáneas mejoran mi día, sobre todo después de que me paré tarde y le falte a mi amiga. Hablarte volvió mi día más agradable; tu camisa, el cojín y tu colonia siguen siendo mis salvavidas. Volví a esmerarme en la cocina, hice un pan.


Comencé a releerme las Crónicas de Narnia, y me impuse un reto de treinta días en Duolingo. Entre dormir y ver CSI transcurre mi noche, hoy tuve algo de tranquilidad. Comencé a redactar los días en una vieja libreta, fluyo más en papel que en computadora. He notado que mientras menos líneas escribo aquí, más tiempo desperdicié. Eso voy a tener que cambiarlo.

Día 5


Primer día casi en cama. Dios bendiga a los hermanos mayores, que te ayudan a buscar agua en tiempos de crisis. Tengo una pila de trastes en el lavaplatos, y apenas he hecho la mitad, apenas y tengo ganas de comer, todo me da flojera. He pasado la tarde con bastante sueño y tratando de no dormirme, porque de lo contrario pasaré toda la madrugada desvariando.

Todos estos días de paros y huelgas me tienen desvelada, es aún más difícil leer las noticias cuando sabes que sólo vas a leer desgracias o injusticias. Mi mamá volvió a enfermarse, ni bien salía de la virosis, esos significa más tours por medicinas en cuanto el paro finalice y aún menos dinero en la cuenta.


Resulta que, a pesar de mis esfuerzos, tuve un black out como de 3 horas de sueño. Y lo triste es que no terminé de ver el episodio de CSI, y no lo han repetido. Tuve la gran idea de comer carne, y ya me fui en vómito. Mi estómago se está volviendo vegetariano. ¿Recuerdan ese trasnocho que mencioné? Bueno, llevo un buen par de horas (desaprovechadas, pues debo madrugar para salir con una amiga mañana) en las que lo único que me ronda la cabeza son frases como "Todo empleado que salga a votar por esa porquería, no es más que un cobarde y un arrastrado. Mi mamá también está en la administración pública, también tiene todo por perder y no anda regalando su integridad.", "Todo el mundo tiene chamos que alimentar, personas que cuidar, arrodillarse al régimen no es la solución. La gente tiene que abrir los ojos, pensar a futuro" Alguien dígame como se duerme así. 

lunes, 24 de julio de 2017

Día 4


    Hoy volví al Ávila, un lugar que me gusta mucho. Extrañaba sentir frío, incluso extrañaba la textura de un suéter, aquí en la ciudad uno siente que se va deshaciendo con cada paso que da bajo el inclemente sol. Pisar la montaña es sentir, aunque sea por unas horas, que todo está bien; que no existe hambre, ni muerte, ni tragedias, sólo frío y varios artistas intentando ganarse la vida. Por un momento, tu decisión más difícil es si comerte unas fresas con crema o un chocolate caliente. Logras reírte inocentemente al ver a tantos niños rodeando y persiguiendo algo tan sencillo como unas burbujas. Y así, entre risas y regaños transcurrió una mañana -tarde linda y agradable.}

 Lo deprimente empezó cuando tocamos tierra (pues se accede por teleférico), ya que llevamos como tres días buscando un botellón de agua y hoy, que por fin surtieron, no logramos comprar. Lo irritante empieza cuando vas a un supermercado, mínimo, de estos express, y la cola llega hasta el fondo del establecimiento, porque sólo dos cajeros se encuentran laborando. Lo humillante llega cuando ves a tanta gente desesperada, llamando familiares, para ver si a alguno le termina la cédula en 0 o 1 porque llegó harina para esos números. La decadencia empieza cuando compras 5 cosas y terminas pagando una tercera parte de la pensión.


Hoy recordé el gusto de una manzana. ¿Pero saben qué fue lo increíble? Que tuve que pagar 5 mil bolívares por una fruta tan común, que mi mamá y yo tardamos un  bueeen rato en comer, pues teníamos años sin probar una. Y sí, perfectamente puedo vivir sin comerme una manzana, pero me gustaría que fuera porque yo lo decido y no porque no puedo pagarla diario. Gracias.

domingo, 23 de julio de 2017

Día 3


A pesar de que me he pasado el día lavando, el tiempo sigue pasando bastante lento. Hoy por fin pude hablar con él, pero muy pocos instantes. Algo que nos unía mucho, desapareció misteriosamente; espero que aparezca, porque no podré conseguirlo de nuevo. La única alegría de mi día fue poder hacerle macarrones con queso a mi mami, y que ella los disfrutara tanto; del resto todo es bastante monótono. Vuelvo a incursionar en la escritura, después de meses de no hacerlo por la situación de mi país.

Mis baños de reina no se sienten ni la mitad de especial, si sé que no son para verlo.  Sí, que tenga que bañarme con un perolito no significa que no pueda tomarme mi tiempo, total, el agua ya está fría. Entre separar a mis perras del único macho de la casa y correr a descolgar la ropa por la lluvia, pasa mi tarde y parte de la noche.

Sabes que tienes una amiga de verdad, cuando te dice de verse el día que sabe que más te afectará la situación. Porque una parte de mi supo desde el principio que mañana, día lunes, es cuando más me pegaría la tristeza. No acostumbrábamos mucho vernos  los fines de semana, pero de lunes a viernes pasábamos cada instante posible juntos, así fuera un par de minutos. Bueno, eso no sucederá mañana, y es reconfortante saber que tendré un hombro para llorar.

Hoy lloré de nuevo. Son horas de la madrugada, y aún no logro dormir. Intento hacerme a la idea de que no lo veré mañana, sencillamente porque no está ahí. Llevo un rato discutiendo con una vocecita en mi cabeza, que dice que hay peores cosas por las que sufrir, y vale, pero ¿cuántas viejas no hay en este momento, viviendo en el primer mundo, quejándose de que su metro tardó un minuto más en llegar? (aquí pueden pasar hasta 4 trenes, y no puedes montarte de lo full que van), ¿cuántas personas no andan poniendo sus Iphone´s en sandías y agregándoles químicos?, ¿cuántos individuos no están quejándose de la más mínima cosa que encontraron para quejarse?.


Sí, hay peores cosas por las que preocuparse, hay tragedias sucediendo en el mundo (sin irnos muy lejos, estoy a una semana de perder mi país), pero también hay gente muy tonta sufriendo por cosas muy tontas, y me gusta creer que el simple hecho de estar consciente de ello, me da luz verde para sentirme triste por su partida.